martes, 15 de noviembre de 2011

Malentendidos culturales

Allá voy, inauguro mi blog con unas palabras que describan el por qué estoy haciendo el curso "Lengua y Comunicación" impartido por el Instituto Cervantes.

Os podréis preguntar qué ha llevado a una Analista Financiera, expatriada en frias tierras suizas, y que pasa su vida entre facturas y números, a meter un piececito en el mundo de las letras. Esta corta frase puede describirlo: "El saber no ocupa lugar". Exacto, nunca es tarde para aprender algo nuevo, nunca la curiosidad por saber o por refrescar cosas que creíamos olvidadas debe quedarse en sólo curiosidad. ¿Por qué no hacerlo? ¿Importa realmente que toda la carrera profesional de una persona diste años luz de aquello que hoy empezamos? La respuesta es, o mejor dicho, debería ser "no".

Aparte de todas las puertas profesionales que en algún futuro puedan abrirse, el simple hecho de seguir manteniendo el cerebro en activo, de adquirir conocimientos nuevos, de compartir ideas...¿sólo por eso no vale ya la pena?.

Espero pasar grandes momentos aquí y para aquellos osados que os atreváis a leerme, sólo deciros que siempre será bienvenido cualquier comentario.

Y para seguir con el título de esta entrada...sé que en mi presentación cité una anécdota con una cámara de fotos pero creo que realmente no se ciñe a lo que llevamos entre manos. Hay veces en la vida en las que hacemos algo con la mejor de las intenciones, pero en algunos casos no es aplicable la frase "la intención es lo que cuenta". Pongo otro ejemplo. Tengo una compañera de trabajo rumana, con la que hay gran amistad y con la que voy casi siempre a la cantina a comer. Una de las primeras veces que fuimos juntas, yo me hallaba algo lejos de su mesa y al ver que se acercaba la hora de comer, la miré y le hice el gesto de "vamos a comer" llevándome la mano a la boca, como si comiera...sí, ese simple gesto que hacemos muchos españoles (ya no sé los demás) abriendo la boca y aproximando los dedos, como sujetando el alimento.


Ella me miró toda espantada, como ofendida y me preguntó qué quería decir con eso. Le dije que obviamente, que tenía hambre y que si íbamos a comer. Ella entonces me dijo que en ciertas partes de rumanía este gesto era muy soez y ofensivo, casi como insultar. Yo me quedé blanca y le dije que en España eso sólo significaba "vamos a comer".
En este caso, el desconocimiento de la lengua no fue el factor clave del malentendido, se trató más bien de un malentendido socio-cultural causado por el desconocimiento de lo que ese gesto significa para la cultura rumana.

Aclarado el malentendido, ahora cada vez que tenemos la hora de la comida, me cuido bastante de no acercarme la mano por la cara.... :)
 

Saludos!

2 comentarios:

  1. Hola Marta!

    Espero que tus primeros pasos en el mundo del ELE sean el inicio de un gran camino :)! Soy compañera tuya del curso del Cervantes y ya sabes, cualquier cosita cuenta conmigo ¿sí?

    Respecto a la anécdota de los gestos, me hace plantearme la importancia de transmitir la cultura de la lengua que se está enseñando. Ahí es dónde radica uno de los problemas del profesor de L2, ¿cómo recrear en un entorno tan reducido como un aula un ambiente propicio para practicar la lengua y las nociones culturales que lleva implícito su uso? Algo tan aparentemente banal como un gesto puede desmontar una intención. ¿Cómo hacer ver a nuestros alumnos la importancia de estos “pequeños” detalles? No sé si conocerás algo del llamado “enfoque comunicativo”, yo lo encuentro muy útil teóricamente, pero no he tenido la suerte de encontrar un manual con ejercicios puramente “comunicativos” (donde el alumno tenga una necesidad real de comunicación – un vacío). Tal vez podría ser una buena idea buscar materiales que nos pudiesen servir el día de mañana y compartirlos.

    Ale, ahí queda eso. 

    Muchos saludos

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  2. Marta, estoy de acuerdo contigo: renovarse es bueno. Todas las cosas tienen sus primeros pasos y tú ya has dado los tuyos. Ahora, a seguir. No sé si querer es poder, pero en todo caso se le parece mucho. :-)
    Gracias por tu reflexión y mucho ánimo.

    José

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